México 68 – 50 años de Tlatelolco

En Artes, queremos rememorar a 50 años de la matanza de Tlatelolco no sólo las muertes y crímenes cometidos contra la sociedad estudiantil y civil, sino los esfuerzos cometidos por estos seres humanos que fueron, son y seguirán siendo mexicanos. Porque las desgracias, peripecias y necesidades de nuestros semejantes nos siguen incendiando las tripas para recordarnos que la unidad de la gran familia mexicana nos deja bastante claro que somos más los que somos buenos, que, aunque retiemble en sus centros la tierra seguiremos en pie de lucha, que ni una más ni una menos y que, estos, nuestros [los] ecos sonoros resuenan con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

 

A 50 años de los acontecimientos de México 68 debemos tener presente que la historia se sigue fraguando, que, aunque un gobierno represor y censurador quiso acallar las voces de aquellos que no quisieron calmar su hambre de justicia y libertad, seguimos y seguiremos formando espacios de diálogo, porque un soldado en cada hijo te dio. Y, a pesar de que los templos, palacios y torres se derrumben con hórrido estruendo, las ruinas existirán diciendo: de mil héroes la patria aquí fue.

Hoy, a 2 de octubre de 2018, hemos probado que la verdad siempre habrá de salir a la luz, que las injusticias no son pocas, pero somos más los que lucharemos por terminar con esta marea de violencia, desaparecidos, fosas clandestinas y feminicidios. Porque el 2 de octubre no se olvida, ni los 43; porque ni una más ni una menos. Porque todavía falta mucho por dar en esta lucha, y es nuestro deber rememorar las vidas y esfuerzos de quiénes decidieron levantar los puños porque, aunque no hayan recibido ¡un sepulcro para ellos de honor!, la lucha sigue.

A continuación, presentamos un fragmento del capítulo La gráfica del movimiento del 68, del libro Diseño gráfico en México. 100 años. 1900—2000. Artes de México, 2010. Queremos hace hincapié en el contraste que habita dentro de los dos tipos de gráfica. Donde, en uno podemos apreciar una disimulada pleitesía hacia los futuros visitantes internacionales, y en la otra, una lucha.

Diego I. Vicenteño Almaguer, redacción.

 


 

“En 1968, la imagen de una nación moderna pretendía ocultar el descontento por el viejo estilo de gobernar. Para cierto sector de las clases media y alta —al igual que para los funcionarios gubernamentales— la nación moderna y olímpica no enfrentaba movimientos sociales ni disidencias críticas, que existían a pesar de los anuncios espectaculares de concientización, obra de Abel Quezada, que se encontraban en las avenidas de la ciudad de México.

En julio de 1968, un enfrentamiento entre estudiantes de la preparatoria Isaac Ochoterena y una vocacional fue reprimido por el cuerpo de granaderos y provocó la indignación de los universitarios. El movimiento estudiantil, organizado en un Comité Nacional de Huelga (CNH), presentó un pliego con demandas que defendían la organización social y exigían la disolución de los organismos represivos del gobierno. El movimiento comenzó a ser violentamente combatido a partir de julio de 1968. Desde los medios se implementó una campaña de calumnia y desprestigio, y el punto culminante del conflicto ocurrió el 2 de octubre con la matanza de Tlatelolco.

El Grupo Mira describe la gráfica del Movimiento del 68:

Las prensas, los roles de pruebas y todo tipo de medios de impresión fueron utilizados; en algunas ocasiones un grabado se combinaba con tipografía compuesta a mano o se rayaba directamente sobre el esténcil para mimeógrafo, también se utilizó la serigrafía —aprovechada anteriormente sólo por las empresas publicitarias— y en menor proporción se acudió al fotograbado y al offset. Ante las condiciones cada vez más difíciles para ejecutar pintas en las bardas y todo tipo de soportes debido a la constante represión […] varias posibilidades de comunicación fueron puestas en práctica; desde la reproducción de una pega en rollos de papel engomado o el volante-grabado, hasta carteles de diversas dimensiones.

(La gráfica del 68: homenaje al movimiento estudiantil. México: UNAM- Sentido Contrario-Ediciones Zurda-UVyD Comisión Cultural-ACADI, 1993.)

Gráfica del movimiento del 68, colección Arnulfo Aquino.

 

Esta obra se entiende como una “gráfica en legítima defensa”.

Carlos Monsiváis observa que ni el CNH ni la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED) —el otro gran actor del movimiento—, consiguieron crear un programa político más allá de las circunstancias. Sin embargo, lo relevante de esta gráfica es que mostraba cuánto se quería ocultar en el discurso oficial.

Debe observarse cómo el diseño del movimiento se sirve del diseño olímpico: lo subvierte. […]

En 1968 encontramos dos tipos de diseño: uno largamente meditado, el olímpico; el otro, improvisado a ritmo de sirenas y tiroteos, el político. Uno con todo el dinero para producirse; el otro con lo mínimo. Uno, sofisticación; violencia, el otro. Dos gráficas que representan dos países.”

Fragmento tomado de Giovanni Troconi, “La gráfica del movimiento del 68” en Diseño gráfico en México. 100 años. 1900—2000. Artes de México, 2010, pp. 229–232.

 

Abel Quezada, Carteles de México 68, 1968.

 


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