Víctor Artes Populares Mexicanas: memoria de nuestros pueblos

La difusión del arte popular mexicano no sólo es tarea de publicaciones o museos, también las galerías y las tiendas especializadas juegan un papel importantísimo. En el Alebrije. Monstruo de papel de la revista número 129, Máscaras. Rostros de la Alteridad, hacemos un reconocimiento a la familia Fosado y a su tienda, Víctor Artes Populares Mexicanas. Este espacio lleno de ejemplos de excepcional calidad sigue siendo un referente para todo aquel interesado en conocer el arte popular.

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Pilar Fosado

Víctor Artes Populares Mexicanas ha sido, desde 1944, un espacio entregado a la difusión, promoción y apreciación de los objetos rituales, festivos y de uso cotidiano que el artista popular o artesano crea, disfruta y aporta a los usos y costumbres de su comunidad. Buscar siempre lo más auténtico de nuestro arte popular nos ha permitido recuperar técnicas olvidadas y abandonadas por las nuevas generaciones. De igual manera, la adquisición, venta y exhibición de estos objetos ha permitido al artesano el darse a conocer para llevar su vida y oficio con dignidad.

Mi papá, Víctor Fosado, en su adolescencia, conoció a Frederick Walter Davis, un norteamericano que amaba y admiraba mucho a México por sus tradiciones, costumbres y cultura. El señor Davis le dio a mi papá la oportunidad de trabajar porque vio en él, a pesar de su corta edad, a un joven trabajador, activo, creativo, responsable que aprendía rápidamente y con facilidad. Lo comisionó para recorrer varias regiones de México en busca de objetos de uso cotidiano que eran muy hermosos y muchos de los cuales se estaban perdiendo poco a poco.

A veces, mi papá encontraba sólo piezas rotas o maltratadas, pero que él veía como un tesoro; las reunía para buscar indicios, entre las personas mayores, de los artesanos que las hicieron o las seguían realizando. Él los animaba para que continuaran con su labor. En 1930, mi papá se casó con Juanita Vázquez. Como buena poblana, era amante de las miniaturas, y con éstas ambos se aficionaron a coleccionar arte popular. Años después y, por medio también del señor Frederick Davis, quien se asoció con los hermanos Sanborn, solicitaron a mi papá que se encargara de la nueva tienda de regalos; a ella agregaron una selección de “artesanías mexicanas” en la hermosa casa de los azulejos.

Figuras de barro de Ocumicho, Michoacán. 

En 1944, mi papá decidió independizarse y abrió su propia tienda de arte popular en la calle artículo 123, número 21. Mi hermano Víctor le pidió colaborar con él para aprender lo que tanto interés le despertaba desde niño. Tiempo después, mi papá fue llamado por Sanborn para coordinar la producción y el diseño en los talleres de orfebrería y joyería como lo había hecho para el señor Davis anteriormente. En 1951 se fundó, por iniciativa del Instituto Nacional Indigenista, el Museo Nacional de Artes e Industrias Populares en la antigua iglesia de Corpus Christi frente al Hemiciclo a Benito Juárez, y mi papá fue llamado para su administración.

En 1958 reinició su tienda en la calle Filomento Mata, número 15 B con el nombre de “Víctor Artes Populares Mexicanas”. Con el tiempo, la tienda se consolidó. En aquellos días, yo impartía clases de piano y frecuentaba, sólo en mis ratos libres, la tienda que tanto me gustaba. Para 1970, mi papá adquirió una tienda en Oaxaca a la que nombró “Víctor Artes Regionales” con la idea de radicar con mi mamá y conmigo en esa hermosa ciudad. Sin embargo, mientras mi papá se instalaba en Oaxaca, yo me incorporé casi de tiempo completo a la tienda aquí en la Ciudad de México, con el fin de ayudar y aprender, con mi hermano Víctor, todo lo relacionado con ella.

En 1972 mi mamá Juanita falleció y mi papá regresó a México y dejó la tienda de Oaxaca en manos de mi hermano Ramón, quien vivió allá por más de 25 años y promovió a los artesanos como lo hizo mi papá desde el principio.

En 1975, el Fondo Nacional de Turismo y el gobierno municipal de Cancún invitaron a mi hermano Víctor a la creación de un proyecto artístico y cultural, incluida la apertura de una filial de Víctor Artes Populares, como parte medular para la proyección del estado y su integración social. Su primer acción fue montar una gran exposición permanente de arte popular representativo de todas las regiones del país en el Centro de Convenciones, así como la instalación de diversos talleres-escuela para generar una artesanía local, con características propias, que se distinguiera de las demás por la rica materia prima de la región y por un estilo de diseño propio al que llamó “Maya Contemporáneo”.

Alfonso Margarito García Téllez, papel amate recortado de San Pablito, Pahuatlán, Puebla. 

Mi papá quedó solo en la tienda y decidió cerrarla. Al ver su enorme tristeza, que también era mía, le ofrecí quedarme con él de tiempo completo para seguir con ella. Esto lo animó mucho e inmediatamente abandonó la idea de cerrarla. Trabajamos, viajamos y seguimos promoviendo la tienda como hasta entonces se realizaba. Él me cedió todos los derechos para que yo pudiera administrarla legalmente, contando siempre, por supuesto, con su consejo y asesoría hasta el año de su muerte en 1994, a la edad de 92 años.

También tuvimos la compañía de mi amiga y socia Irene Ortega a quien invité a participar con nosotros desde 1977 y hasta su fallecimiento en el 2008. Un sinnúmero de coleccionistas mexicanos y extranjeros nos visitan y adquieren piezas de arte popular que valoran y resguardan con admiración y gusto. Así nos damos cuenta de que éstas no se perderán. Entre mis recuerdos tengo al señor Franz Mayer, la doctora Ruth Lechuga, los señores Rockefeller, Larry Kent, Isak Kanarek, Salvador Castillo, Mercedes Iturbe, Irmgard Johnson, Alexander Girard, Patricio Ortíz Monasterio, Jorge Riestra y muchos más que han pasado por “Víctor” en estos más de 70 años.

En el año 2014, nos mudamos a la calle Isabel la Católica, número 97. A una hermosa casa del siglo xvi conocida como “Casa de la Acequia” donde continúo, con entusiasmo, cariño, dedicación y pasión “Víctor Artes Populares Mexicanas”. Cuento ahora con la presencia de mi sobrino Víctor iii, quien por tercera generacion y además de haber heredado las artes del diseño en joyería, vive y siente el gusto y amor que todos los Fosado hemos tenido siempre por este valioso legado y que espero sea por mucho tiempo.

Pilar Fosado en Víctor Artes Populares Mexicanas, Ciudad de México, 2017. Fotografía: D.R.© Marco Avila / Artes de México.

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