23 / 07 / 25
Los presagios
Enrique Molina

Desde hace varios siglos se lleva a cabo el ritual de retratar a los niños que acaban de morir, como parte de un ritual más amplio que tiene entre sus propósitos convertir a la tristeza en alegría, festejar la entrada "de un alma pura a una nueva vida".

No han sido tan graves mis errores para pagarlos

con la vida.

sin embargo, hasta el paso de una mosca se paga

con la vida.

También el campo infantil suspiró y tembló a la luz

de la luna

cubierto con una sábana inmensa.

La mujer morena que me cuidaba

se desprendía del suelo y levitaba para ofrecerme el

terror mientras lloraba,

mestiza ocre, cuerpo cálido y lento,

enseñándome el bien y el mal, y sólo ella

me anunció la pisada de fuego y la señal del

réprobo.

Tal vez fue apasionadamente contrahecha,

con un ligero jadeo y el viaje a la profundo de sus

ojos de siglos,

y tan hermosa, con un hilillo de sudor en el canal

de los senos,

se contraía como una medusa cuando la tocaban,

y en vano la llamaré,

y hablaba un idioma remoto desde las lagunas,

sirvienta descalza del sol, la adoradora.

Excitante niñera en las excavaciones del sol con el

incienso de sus axilas,

querida para siempre, única en la muchedumbre de

los helechos,

madre y amante ciega en un lugar de rapiña,

y a quien grita de miedo en la noche ella lo azuza

con una braza,

tierna como un sauce a la orilla del río,

tirada en el monte con sus hombres

su cuerpo sostenía las tormentas en el silencio

nocturno.

“Cree en mí -me decía- los condenados

bailan desnudos en una enorme caldera en la

hoguera de sus pasiones

iluminados por grandes milagros celebrantes”.

Y añadía: “Disuelvete también en el viento

mendigo, querido niño,

obedece piadosamente a las tentaciones,

elegido para el día del Juicio entre las almas

reverentes”.

Vibrante como una estrella para calmar los

lamentos

el ángel de lo tantálico desplegaba con ella sus alas

entre los cuatro elementos,

para el desamparo de futuros amantes que jamás se unirían.

Juan de Dios Machain, finales del siglo XIX y principios del XX. Plata/gelatina. Iluminada a mano. Col. particular.

Enrique Molina. Fue uno de los más destacados cultores del surrealismo en la literatura de la Argentina. Tripulante de barcos mercantes, viajó al Caribe y a Europa, y vivió en diversos países de América Latina. En 1952, con el poeta Aldo Pellegrini, fundó en la ciudad de Buenos Aires la revista surrealista "A partir de cero".

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