La poeta Coral Bracho presenta un poema de la tierra, como indicio de movimiento.
Tierra viva.
tierra de entraña ardiente,
encendido panal bajo los sepias
de un manto espeso.
Materia de ebriedad y de dulzura
que a sí misma se engendra,
que en sí misma se vierte.
Tierra que funde
y que concentra, en su cieno solar,
las ternuras huidizas que amasa el tiempo. Tierra
de floración. Tierra torneada en que cifra el goce
sus huellas íntimas, cera en que abisma y palpa
su memoria:
cuenco; lugar oculto
donde el amor
es un fruto que pesa
y que madura. Es el huerto ceñido
que se extiende hacia adentro:
selvas de nervaduras
en sus hojas;
redes de bronce contra el mar.
Destellos finos
que alarga el sueño sobre sus lascas azuladas. Sal,
huellas de sal sobre esta tierra. Rastros
de plenitud; y el tejido del otoño al trasluz
de sus frutos.
Coral Bracho. Nació en la Ciudad de México, el 22 de mayo de 1951. Estudió Lengua y Literatura Hispánicas. algunos de sus poemas han aparecido en revistas y suplementos culturales de México, como Fractal, La Jornada Semanal, Letras Libres, Periódico de Poesía, Vuelta, entre otros, así como en revistas y antologías publicadas en España, Francia, Italia, Finlandia, Canadá, Estados Unidos, Brasil y otros países de Latinoamérica.
Poema publicado en nuestro libro Ellas voces, poemas. Disponible en nuestra tienda física La Canasta, ubicada en: Córdoba #69, Roma Norte, CDMX. También visita nuestra tienda en línea donde encontrarás nuestro catálogo editorial.