El 24 de octubre es el Día Internacional de la Biblioteca, y el autor Alberto Manguel plantea una idea de lo que sería estar en una biblioteca ideal, cuáles serían sus características para que los usuarios se sientan cómodos entre libros.
La biblioteca ideal está hecha para un lector en particular. Todo lector debe sentir que él o ella es el elegido. En 1250, Richard de Fournival comparó la biblioteca ideal a un hortus conclusus, un jardín cerrado. La biblioteca ideal contiene, sobre todo, pero no únicamente, libros. También colecciona mapas, cuadros, objetos, música, voces, películas y fotografías. La biblioteca ideal es un lugar de lectura en el sentido más amplio del término.
Ningún estante en la biblioteca ideal está más alto o más bajo que el alcance del brazo del lector. La biblioteca ideal no requiere de acrobacias.
En la biblioteca ideal nunca hace demasiado frío ni demasiado calor.
En la biblioteca ideal se puede garabatear libros.
La biblioteca ideal es, a la vez, popular y secreta. Alberga todos los clásicos conocidos y todos los clásicos que sólo conocen unos cuantos lectores. En la biblioteca ideal, la Comedia de Dante está al lado de Deadlines de Phil Cousineau; Madame Bovary de Flaubert junto a La novia de Odessa de Edgardo Cozarinsky; Los hermanos Karamazov de Dostoievsky junto a Dostoievsky lee a Hegel en Siberia y rompe a llorar de László Földényi.
En la biblioteca ideal no hay libros prohibidos ni recomendados.
Cada página de la biblioteca ideal es la primera. Ninguna es la última.
Como las cajas en el cerebro de Paul Valéry, la biblioteca ideal tiene secciones llamadas: “Para estudiar en mejor ocasión”, “Para nunca pensar en ello”, “Inútil adentrarse más”, “Contenido sin examinar”, “Asuntos sin sentido”, “Tesoro confirmado que sólo puede examinarse en una segunda vida”, “Urgente”, “Peligroso”, “Delicado”, “Imposible”, “Abandonado”, “Reservado”, “¡Que otros se encarguen!”, “Mi punto fuerte”, “Difícil”, etcétera.
La biblioteca ideal desbarata la maldición de Babel.
Los antiguos osarios tenían una inscripción: “Como te ves, yo me vi; como me ves te verás”. Se puede decir más o menos lo mismo de los libros de la biblioteca ideal y de sus lectores.
La biblioteca ideal no es un osario.
Este texto también se publicó en Sin Embargo, como parte de nuestras reseñas mensuales alusivas a nuestro fondo editorial: https://www.sinembargo.mx/27-08-2023/4401982
Alberto Manguel. Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1948. Es escritor, traductor y editor argentino-canadiense. Ha vivido en Italia, Reino Unido, Canadá, Francia y Argentina. Ha ganado el Premio Internacional Alfonso Reyes, y la Beca Guggenheim en Artes Creativas.
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