11 / 09 / 24
En soledad yo canto
Tlaltecatzin

Poema dedicado al árbol del cacao, y a sus atributos comestibles que de él emanan, dejando como evidencia que sus semillas son unas de las más codiciadas del país.


En la soledad yo canto

a aquel que es mi dios.

En el lugar de la luz y el calor,

en el lugar del mundo

el florido cacao está espumoso,

y la bebida que con flores embriaga.

Yo tengo anhelo,

lo saborea mi corazón,

se embriaga mi corazón,

en verdad mi corazón lo sabe:

¡Ave roja cuello de hule!,

fresca y ardorosa,

luces tu guirnalda de flores,

¡Oh, madre!

Dulce, sabrosa mujer,

preciosa flor de maíz tostado,

sólo te prestas,

serás abandonada,

tendrás que irte,

quedarás descarnada.

Aquí tú has venido,

frente a los príncipes,

tú, maravillosa criatura,

invitas al placer.

Sobre la estera de plumas amarillas y azules

aquí estás erguida.

Preciosa flor de maíz tostado,

sólo te prestas,

serás abandonada,

tendrás que irte,

quedarás descargada.

[...] El florecimiento cacao

ya tiene espuma,

se repartió la flor del tabaco.

Si mi corazón lo gustara,

se embriagaría [...]


Fragmento


Tlaltecatzin. Nació en 1320 en el actual estado de Puebla y murió en 1409. Fue gobernante y compositor de canciones para la corte, dejó diversas obras literarias escritas en náhuatl.

Este poema fue publicado en nuestra revista-libro 103 Chocolate. Adquiérela en nuestra tienda en línea a través de nuestro sitio web o nuestra tienda física La Canasta (Córdoba #69, Roma Norte, CDMX).